El ministro de asuntos
militares del régimen israelí, Moshé Yaalón, ha alertado este lunes
sobre la posibilidad de que EE.UU. se retracte de lanzar un ataque
contra Siria.
Al asegurar que el régimen de Tel Aviv está preparado para enfrentar las consecuencias de una intervención militar en Siria, Yaalón ha dicho que si Washington se abstiene de realizar la misma, el régimen israelí se verá perjudicado.
Desde el inicio del conflicto sirio, el régimen de Israel ha alegado no interferir en los asuntos internos de Siria, uno de los ejes principales del frente de resistencia antisraelí en la región.
Sin embargo, el mismo llevó a cabo dos ataques contra territorio del país árabe en los meses de enero y mayo. Además, el Ejército sirio ha confiscado en varias ocasiones armas israelíes que utilizan los grupos armados terroristas en su territorio.
Cuando la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, comenzó sus amenazas contra Siria, acusando al Ejército de este país de haber empleado armas químicas en un ataque registrado el mes pasado, el régimen israelí puso en marcha una campaña para convencer a los políticos norteamericanos sobre la necesidad de castigar al Gobierno de Bashar al-Asad con acciones militares.
El lobby más influyente del régimen de Israel en Washington, el Comité de Asuntos Públicos entre Estados Unidos y el régimen de Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés), comenzó a trabajar sobre esta base.
Los lobistas proisraelíes intentan persuadir a los legisladores estadounidenses de que una ofensiva militar contra Siria, además de servir a los intereses de EE.UU., beneficiará los del régimen de Tel Aviv.
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