■ “Se ha mantenido en secreto debido a restricciones legales en México y las apasionadas sensibilidades políticas sobre soberanía”
■ Obama y Calderón formalizaron su entrada el pasado 3 de marzo: NYT
Lo que adelantaba el norteamericano The Wall Street Journal (WSJ)el pasado septiembre, lo ha confirmado ahora The New York Times (NYT): Los vuelos aeronaves norteamericanas de vigilancia en territorio mexicano son ya una realidad.
Justificados por la guerra contra el narcotráfico, los llamados drones –vehículos miltares no tripulados, administrados por el Pentágono-, volando a unos 20 mil metros de altura e invisibles al ojo humano, navegan por el espacio aéreo de México, y, de acuerdo a lo publicado por el Times, que cita a funcionarios mexicanos y norteamericanos, gracias a éstos fue posible la captura de algunos presuntos implicados en el asesinato del agente norteamericano Jaime Zapata en San Luis Potosí el pasado 15 de febrero.
“Intensificando su participación en la guerra contra las drogas de México, la administración de Obama ha comenzado a enviar drones a lo profundo del para reunir información de inteligencia que ayude a localizar a traficantes importantes y seguir sus redes [de tráfico], de acuerdo a funcionarios americanos y mexicanos”, menciona el rotativo.
La publicación también menciona que el Presidente Obama y su contraparte mexicana, Felipe Calderón, durante su encuentro en la Casa Blanca del pasado 3 de marzo, acordaron formalmente continuar con los vuelos de vigilancia.
“La ayuda americana se ha mantenido secreta debido a restricciones legales en México y las apisonadas sensibilidades políticas sobre soberanía, dijeron los funcionarios”, anota el NYT.
Aunado a este convenio, de ampliar el uso de drones, “los dos líderes acordaron crear un centro de fusión ‘antinarcóticos’ en México, donde trabajaran autoridades de ambos países”, aseguraron los funcionarios consultados por el diario norteamericano.
Consultado por el Times, Andrew Selee, director de “Mexico Institute at the Woodrow Wilson International Center for Scholars, aseguró que Calderón es “intensamente nacionalista, pero también es muy pragmático”, y que sin ser realmente un admirador de Estados Unidos, “sabe que necesita su ayuda, así que está dispuesto a forzar los límites políticos.”
“Creo que la mayoría de los mexicanos, especialmente [los que se encuentran] en áreas del conflicto, estarían de acuerdo sobre la implicación de los Estados Unidos en la guerra contra las drogas, porque las circunstancias los han asustado y sólo quieren ver a los chicos malos capturados… pero el gobierno mexicanos teme a los más nacionalistas de la élite política, así que tienden a ocultarla.”, mencionó Selee.
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