Yemeníes protagonizaron el
viernes otra manifestación antiestadounidense en la ciudad norteña de
Sa'ada, protesta en la que condenaron la intervención de Washington y
sus aliados en los asuntos internos de su país.
Tras el rezo colectivo del viernes, los manifestantes salieron a las calles para protestar contra las políticas expansionistas del país norteamericano en su patria.
Coreando consignas contra EE. UU. y el régimen de Israel, los participantes en este acto de protesta exigieron al Gobierno yemení que ponga fin a su cooperación política y militar con Washington.
Los yemeníes también acusaron a EE. UU. de impedir el cumplimiento de las demandas de su revolución a través del mantenimiento en el poder de algunos de los políticos leales al depuesto dictador yemení, Ali Abdolá Saleh, y la concesión de inmunidad judicial al propio Saleh, a cambio de que éste acordara dimitir.
Asimismo, pidieron el enjuiciamiento de los autores de la matanza de los manifestantes durante el levantamiento popular contra el régimen del exdictador Saleh.
En noviembre de 2011, después de casi un año de manifestaciones populares que exigían la destitución de Saleh, el exdictador abandonó el poder, al que se aferró durante 33 años, y lo dejó en manos de su vicepresidente, Abdu Rabu Mansur Hadi, en virtud de un acuerdo de traspaso de poder, apoyado por Estados Unidos, a cambio de inmunidad judicial.
A pesar de la forzada dimisión de Saleh, el pueblo yemení sigue saliendo a las calles para protestar contra la injerencia extranjera y exigir profundas reformas políticas, así como la renuncia de los miembros del Gabinete que estén relacionados con el depuesto dictador. Además, demandan que el exdictador sea juzgado por el asesinato de manifestantes durante las protestas.
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