Rusia expresó su preocupación por el intento del grupo Al-Qaeda de convertir a Siria en su bastión de Oriente Medio.
A través de un comunicado emitido el jueves, el ministerio ruso de Asuntos Exteriores afirmó que el creciente interés de Al-Qaeda para transformar a Siria en su principal plaza de armas en Oriente Medio, ha preocupado al Kremlin.
“Moscú condena firmemente el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones”, afirmó la cancillería rusa para luego criticar a algunos círculos internacionales y regionales por aplicar políticas de doble rasero respecto al terrorismo.
El comunicado se publicó después de que el líder del grupo terrorista “Frente al-Nosra”, Abu Mohamad al-Golani, anunciara su promesa de lealtad al líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, en un mensaje sonoro difundido el 10 de abril en foros de terroristas.
Las declaraciones de Al-Golani se produjeron un día después de que el líder del brazo iraquí de Al-Qaeda, Abu Bakr al-Baghdadi, anunciara la fusión con el frente Al-Nosra para desempeñar un papel más importante en la crisis de Siria.
“Ya es hora de proclamar a los levantinos y al mundo entero que el Frente Al-Nosra no es más que una rama de Al-Qaeda en Irak”, indicó Al-Baghdadi.
La cancillería rusa, también, agregó que Moscú está preocupado por que el conflicto sirio se propague a El Líbano. En este sentido, el portavoz de dicho ministerio, Alexander Lukashevich, afirmó que los disturbios vigentes en Siria están convirtiendo al país en un centro de atracción para los “terroristas internacionales”.
Cabe mencionar que Siria exigió el jueves a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que incluya al grupo terrorista Frente Al-Nosra, uno de los grupos opositores armados que lucha contra el Gobierno de Damasco, en la lista negra de entidades asociadas a la red Al-Qaeda.
Por su parte, el 11 de noviembre de 2012, Estados Unidos lo incluyó en su lista negra. Sin embargo, la adopción de esta medida por parte de Washington coincide con una presencia cada vez más notable de integrantes del mismo grupo, en prácticamente todos los frentes de batalla en Siria, sobre todo en Damasco, capital del país.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria sufre disturbios provocados por grupos terroristas, patrocinados desde el exterior, que buscan derrocar al Gobierno de Damasco.
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