El proceso de investigación de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el presunto uso de
armas químicas en Siria está siendo manipulado por la injerencia de
“poderes externos”, afirma el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El Gobierno ruso considera que "poderes externos" están obstaculizando la investigación que las Naciones Unidas desarrollan actualmente sobre el presunto uso de armas químicas por los grupos armados sirios, según informó el ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
Estas afirmaciones aparecen en un comunicado emitido este sábado por la cancillería rusa, donde el Gobierno de Moscú denuncia ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, las presiones impuestas por los “miembros occidentales” del Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU) (Estados Unidos, Francia, Reino Unido) para que su investigación hiciera especial hincapié en el presunto uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio.
“No podemos sino llegar a la conclusión de que la Secretaría General de Naciones Unidas ha adoptado una postura inconsistente y anticonstructiva bajo la presión de ciertos estados, que básicamente está interrumpiendo la investigación de informes particulares sobre el posible uso de armas químicas en Siria, del pasado 19 de marzo, que a estas alturas ya deberían haber sido verificados”, denuncia el texto.
Rusia se refirió en concreto a un ataque rebelde perpetrado con misiles químicos el pasado 19 de marzo en la ciudad noroccidental de Alepo, que causó la muerte de 25 personas e hirió más de un centenar.
Los rebeldes, que actúan en contra del Gobierno sirio, rechazan ser autores del ataque y lo atribuyen al Gobierno de Bashar al-Asad.
Dos días de ese incidente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, anunció la apertura de una “investigación independiente” sobre el ataque, y luego, según Moscú, el alto diplomático, “bajo presión de miembros occidentales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, amplió la investigación a otros supuestos ataques con armas químicas supuestamente perpetrados por el Gobierno sirio.
La cancillería rusa criticó el “paso injustificado” dado por Ban Ki-Moon calificándolo de actitud “inaceptable e intolerable” y pidió la “imparcialidad” del Organismo.
Según el portavoz del ministerio, Alexander Lukashevich, no existe información alguna sobre otros supuestos ataques químicos además del que podría haber ocurrido en Alepo, por la tanto tildó de “contraproducente” la petición de Ban Ki-Moon de ampliar dicha investigación.
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