Corea del Norte da "señales" de preparar una cuarta
prueba nuclear, dos meses después del precedente ensayo que le costó una
nueva serie de sanciones internacionales, declaró este lunes el
ministro surcoreano de la Unificación.
"Sí que hay señales" de una actividad desacostumbrada en torno al principal emplazamiento norcoreano de ensayos nucleares, declaró Ryoo Kihl-jae a una comisión parlamentaria, lo que confirma, así, informaciones de la prensa.
"Hemos detectado un aumento de actividad del personal y transporte en el
túnel del sur del polígono de ensayos nucleares Punggye-ri, donde el
régimen ha trabajado en el mantenimiento de las instalaciones desde su
tercera prueba nuclear en febrero", señaló el funcionario.
"Las actividades parecen ser similares a las que precedieron la tercera
prueba, por lo que estamos vigilando el sitio de cerca”, agregó.
Según informó la agencia Yonhap, Corea del Sur considera también que su
vecino del norte podría emprender acciones de provocación, incluyendo el
ensayo de un ataque con misiles, posiblemente el miércoles 10 de abril.
El pasado 12 de febrero, Corea del Norte realizó con
éxito su tercera prueba nuclear, durante la cual detonó un artefacto
atómico compacto de gran poder destructivo. Los dos anteriores ensayos
se realizaron en 2006 y 2009.
Por su parte, Japón ordenó este domingo a sus fuerzas armadas el derribo
de todo misil norcoreano que apunte a su territorio, anunció este lunes
un vocero del Ministerio de Defensa, al tiempo que, según Seúl,
Pyongyang prepara una nueva prueba nuclear.
La orden del ministro japonés de defensa, Itsunori Onodera, implicará
sobre todo el despliegue en el mar de Japón de destructores equipados
con el sistema de intercepción Aegis, precisó el vocero.
"No convocaremos ninguna conferencia de prensa especial, porque no
queremos estar dependiendo de las provocaciones norcoreanas, y Corea del Norte tendría indicaciones de nuestra estrategia si diéramos detalles en público", añadió el vocero, que requirió anonimato.
"No existe una alta probabilidad de que este misil apunte a Japón, pero
hemos decidido prepararnos para toda eventualidad", indicó una fuente
gubernamental a la agencia Kiodo.
La península coreana vive un nuevo momento de tensiones desde el
lanzamiento exitoso de un cohete norcoreano en diciembre pasado,
considerado por los occidentales y Japón como un disparo de pruebas de
misil balístico, y de una tercera prueba nuclear en febrero.
En otro orden, los Estados Unidos y Corea del Sur elaboran planes para
responder en forma acorde, pero medida, a las acciones de Corea del
Norte para evitar una escalada hacia una guerra abierta, informó a
última hora del domingo el diario The New York Times.
Citando a funcionarios sin identificar, el periódico indicó que el plan
para contrarrestar las provocaciones prevé una respuesta inmediata, pero
proporcional a Corea del Norte, si decidiera lanzar un ataque terrestre
o un misil.
De acuerdo con el plan, cualquier ataque de Pyongyang será respondido con armas similares, agregó el informe.
Si los norcoreanos fueran a bombardear una isla surcoreana con
instalaciones militares, el plan llama a una rápida respuesta con una
descarga de intensidad similar.
Kim Jang-Soo, asesor de seguridad nacional de la presidente surcoreana Park Geun-Hye, dijo el domingo que Corea del Norte podría hacer una prueba de lanzamiento esta semana.
Kim dijo que esa u otra provocación podría producirse antes o después
del miércoles, día para el cual Corea del Norte sugirió que los
diplomáticos abandonaran Pyongyang.
Si el Norte lanza uno de sus nuevos misiles Musudan, funcionarios del
Pentágono dijeron que estarían listos para calcular su trayectoria en
cuestión de segundos e intentar derribarlo si ése enfilaba hacia Corea
del Sur, Japón o Guam, señaló el Times.
Pero no tienen planes de hacer nada si el misil es lanzado hacia el mar
abierto, aún si pasara sobre Japón, agregó, e indicó que los
funcionarios dudan de que el líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jung-un, se arriesgara a lanzar un misil contra los Estados Unidos o sus aliados.
El presidente estadounidense, Barack Obama, descartó atacar los misiles
mientras están en sus lanzaderas, a menos que haya evidencias de que
sean cargados con ojivas nucleares, algo que funcionarios de inteligencia dudan que Pyongyang posea, dijo el diario.